La salinidad afecta las formas de vida que se encuentran en el océano.
Los arrecifes de coral no pueden crecer donde la salinidad sea demasiado
alta, pero las ostras no pueden tolerar el agua cuando ésta es baja.
Los peces marinos excretan el exceso de sal del agua del océano de sus
branquias. Cuando el océano alcanza profundidades de 650 pies (198 m) o
más la salinidad es constante. La presión del agua incrementa a
profundidades más bajas. Los animales marinos que viven en estas
profundidades pueden tolerar las presiones siempre y cuando no tengan
cavidades corporales llenas de gas. El cachalote, que se sumerge a
grandes profundidades para buscar calamares, protege sus pulmones
permitiendo que se colapsen bajo alta presión. Aún así, se ha
descubierto que los huesos de algunos cachalotes ancianos tienen
agujeros diminutos, una señal de enfermedad de descompresión.
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