Los animales marinos también se han adaptado a las cambiantes mareas y
corrientes causadas por el viento o la atracción de la luna. Las
anémonas de mar tienen un disco basal que las sostiene a un sustrato y
evita que sean desplazadas por corrientes fuertes, aunque las anémonas
de mar y las medudas que nada libremente son arrastradas por éstas. Los
pescados, ballenas y pinnípedos tienen aletas y/o trematodos que les
ayudan a impulsarse por el agua. Los animales que están sujetos a mareas
y corrientes dramáticamente cambiantes como aquellos que viven cerca de
la costa y en arrecifes se adaptan creciendo horizontalmente en lugar
de verticalmente, como los corales, o cerrando sus caparazones durante
momentos de baja marea y abriéndols para alimentarse cuando la marea
lleva nutrientes, como mejillones y percebes. Cerrar sus caparazones
también le permite al animal retener agua y evitar secarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario