jueves, 5 de diciembre de 2013

La salinidad del agua



La salinidad afecta las formas de vida que se encuentran en el océano. Los arrecifes de coral no pueden crecer donde la salinidad sea demasiado alta, pero las ostras no pueden tolerar el agua cuando ésta es baja. Los peces marinos excretan el exceso de sal del agua del océano de sus branquias. Cuando el océano alcanza profundidades de 650 pies (198 m) o más la salinidad es constante. La presión del agua incrementa a profundidades más bajas. Los animales marinos que viven en estas profundidades pueden tolerar las presiones siempre y cuando no tengan cavidades corporales llenas de gas. El cachalote, que se sumerge a grandes profundidades para buscar calamares, protege sus pulmones permitiendo que se colapsen bajo alta presión. Aún así, se ha descubierto que los huesos de algunos cachalotes ancianos tienen agujeros diminutos, una señal de enfermedad de descompresión.


Olas y corrientes.

Los animales marinos también se han adaptado a las cambiantes mareas y corrientes causadas por el viento o la atracción de la luna. Las anémonas de mar tienen un disco basal que las sostiene a un sustrato y evita que sean desplazadas por corrientes fuertes, aunque las anémonas de mar y las medudas que nada libremente son arrastradas por éstas. Los pescados, ballenas y pinnípedos tienen aletas y/o trematodos que les ayudan a impulsarse por el agua. Los animales que están sujetos a mareas y corrientes dramáticamente cambiantes como aquellos que viven cerca de la costa y en arrecifes se adaptan creciendo horizontalmente en lugar de verticalmente, como los corales, o cerrando sus caparazones durante momentos de baja marea y abriéndols para alimentarse cuando la marea lleva nutrientes, como mejillones y percebes. Cerrar sus caparazones también le permite al animal retener agua y evitar secarse.


alimentación y fitoplacton de los animales marinos


Las dietas de todos los animales marinos dependen del fitoplancton. El fitoplancton son plantas microscópicas que viven en el océano. El fitoplancton usa clorofila para convertir la luz solar en energía y, al igual que las plantas terrestres, consume dióxido de carbono y liberan oxígeno, que es necesario para todos los animales marinos. El fitoplancton está en la base de la cadena alimenticia acuática. Es comido por el zooplancton, animales microscópicos, que son comidos por un un crustáceo como el camarón antártico, que puede ser comido por un pez, que peude ser comido por una foca, que puede ser comida por un predador de la parte superior de la cadena como una orca.


Primera emisión de Correos sobre la fauna marina.

 

La primera emisión de Correos en junio está dedicada a la fauna marina en peligro de extinción, ceñida a las aguas territoriales que bañan la Península Ibérica. El 3 de junio desde la ventana cultural y divulgativa que entraña el sello se difundía ese mensaje de alarma, que también lo es de prevención y cuidado, desde hace años de cuatro de las especies que protagonizan esta entrega.
Cuatro sellos conforman la hoja bloque de 260.000 unidades cada uno de ellos de 0,37 euros. La ballena vasca, el atún rojo, la foca monje y la lamprea marina. Sin duda los coleccionistas tanto nacionales como extranjeros ven nutridos sus trabajos con bellos ejemplares en un apartado de la temática que no había sido tocado hasta ahora por Correos.
La ballena vasca es habitante de aguas poco profundas de las costas del Atlántico occidental y oriental. Miden unos 17 metros y registran un peso de entre 36 y 72 toneladas y por estas fechas se desplazan al Norte. Están protegidas desde 1935. El atún rojo, también denominado atún azul o cimarrón, de hasta 400 kilos de peso ha estado siempre en las mejores mesas siendo las malas artes origen de su escasez. Desde 2006 hay un plan que cierra en estos días del año su captura para favorecer la reproducción.
La foca monje, originaria del Mediterráneo se encuentra en estado crítico de extinción. A lo largo del siglo XX se fueron relegando a zonas escarpadas. Se conoce algún ejemplar en las Islas Chafarinas. Son perseguidas por su carne, cuero y grasa. La lamprea es un pez serpentiforme, que nace en el río y ya de adulto emigra al mar de donde regresa para desovar, tiene una vida media de 10 años. Posee una boca sin mandíbula y con forma de ventosa para fijarse en las presas de las que se alimenta.



Diversos científicos marinos.





   Ambrosetti, Juan B. (1865-1917)

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Antropólogo  y etnógrafo argentino. Fue el gran precursor de las investigaciones etnográficas y antropológicas en nuestro país. Discípulo de Eduardo Holmberg. Autor de La antigua ciudad de Quilmes y Exploraciones arqueológicas en la ciudad prehistórica de La Paya. Colaboró con el Museo de Paraná, en el que organizó la seccón de Paleontología, y con el de Buenos Aires. Primer director y organizador del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en 1906. En 1910 fue designado doctor honoris causa por la Universidad de Buenos Aires y tuvo actuación destacada como miembro de la Junta de Historia y Numismática Americana. Dejó como legado una extensa obra condensada en más de 70 publicaciones.




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Naturalista  y paleontólogo argentino, profesor universitario y luego vicedirector del Museo de La Plata antes de los treinticinco años (1866), y Director del de Buenos Aires a los cincuenta (1902), a cuyo frente estuvo hasta su muerte en 1911.
Basó toda su doctrina en los datos evolucionistas de Darwin, pero no logró difundirlas con eficacia por no haber ejercido el profesorado y haberse limitado a investigar en el silencio del gabinete y recién en el siglo XX preparadas las masa por una prédica eficaz, podemos leer con fruto los trabajos del talentoso argentino. Integra con Moreno y Holmberg el grupo de naturalistas argentinos que hacia 1875 actúan en la vida científica nacional. No se sabe cuando fue su nacimiento. En 1864 la Universidad Cordobesa le ofrece una cátedra de zoología. Él la acepta y aprovecha para estudiar la geología y paleontología de la región. En 1866 Moreno lo designa secretario vicedirector del Museo de La Plata.  En 1875 hace conocer sus especies nuevas. Viaja a Europa con su colección y la presenta en la exposición internacional de París de 1878. Regresa al país en 1881. . En 1902 es designado director del Museo de Buenos Aires, a cuyo frente estuvo hasta su muerte.